sábado, 16 de noviembre de 2019

Luminosas mañanas de Año Nuevo en La Habana

Revisando mis escritos: Si tienes tiempo de leer, quiero compartir con Uds. un pedazo de un capítulo -sin editar- de mi libro de recuerdos - el que quiero publicar en 2020.



“Luminosas mañanas de Año Nuevo en La Habana”

No se por qué es tan nítido y exacto -pero cuando recuerdo los días de frío en La Habana, es la de un gentil 'invierno' cubano -que aparecía de vez en cuando en estos meses de Enero, Febrero, etc. Y la imagen que tengo grabada es de mañanas frías como si una escarcha muy suave nos cubriera --y el sol comenzara a derretirla muy, muy lentamente.

Había algo 'crisp' (palabra que en inglés define tan bien el frío de ciertas mañanas)y sutilmente frío en el aire -y eso nos permitía llevar pulóveres y faldas de lana, y hasta chaquetas tipo 'blazers´-, aunque nunca llegaba a la necesidad de llevar abrigo, bufandas, o sombreros y guantes.

Una mañana de Año Nuevo me viene a la mente con enorme claridad. Recién cumplidos los 15 años y vistiendo una falda recta de lana azúl marino y un juego de suéteres de Ban-Lon rosa pálido, acompañados del collar de perlas, anudadas de mayor a menor, como era lo 'fino' llevar. El Ban-Lon era bastante feo y un tejido al que se enganchaba todo y se le salían los hilos. Y aquella mañana eso mismo me pasó, cuando mi pulsera de 15, de oro y perlas ('comme il faut' en aquellos años)se enganchó al tejido rosado. Pero como estaba tan de moda, pues había que usarlo. En Cuba se seguía la moda a pies juntillas -- y a mi esto me encantaba.

Día de Año Nuevo...Visita a mi abuela...Misa...Almuerzo familiar en el Miramar Yacht Club o en El Carmelo...Cine en las tardes con las amigas...Rutina muy predecible y serena, siempre parecida, que sin embargo me encantaba porque le daba orden a mi vida, siempre caótica por los problemas matrimoniales entre mi madre y mi padre, que en aquellos años marcaron mucho, y con tristeza, la vida mía y de mi hermano León.

Es curioso, pero fue en el exilio, 10 años más tarde, que mis padres tuvieron una segunda oportunidad de ser un matrimonio y de ofrecernos a mi hermano, a mi hija y a mi "una familia". Papi mismo me lo decía muy agradecido..."Dios me ha dado la oportunidad de poder ser al fin un buen padre y un buen esposo"...¡Qué suerte tuvimos de poder pasar esos muchos años de nueva felicidad con nuestros padres! Mi papá, de ser un hombre 'wild', y el eterno rebelde, se había convertido en un hombre en paz, feliz con su familia ¡y hasta casi ´conservador'!

Y mami, aunque nunca llegó a recuperar la alegría de vivir que tenía cuando vivía en Cuba -y tenía a su alrededor a sus hermanos y sobrinos y su hogar- al menos pudo disfrutar en relativa paz el volver a vivir con papi en New York --y hacerlo con cierta comodidad material y dedicada 100% a él, a sus hijos y a Mari-Claudia su nieta que adoraba. La vida es tan curiosa e impredecible. La más tortuosa e imaginativa de las novelas. Un camino de transformaciones que nunca podemos planear, ni imaginar.

Cada año que pasa acumulo nuevos recuerdos, pero pocos se acercan a las mañanas blancas, resplandecientes y muy luminosas que llegaban con aquellos suaves fríos de La Habana.
Y ahora - mirando hacia atrás- pienso que todo fue un mirage...

martes, 18 de junio de 2019

Gloria Vanderbilt & me




When I started in NYC my career as a (very young & very curious) journalist - I interviewed 2 heiresses that had become fashion designers: Charlotte Ford and unforgettable Gloria Vanderbilt! Ms Ford was nice and pleasantly bland - and it was Gloria -who was designing jeans- who gave me a long and most gracious interview in her office - and impressed me so very much...She had a private chef in her showroom and we had a delicious lunch, conversing non stop about everything in the universe.

She liked that I was from Cuba -and was sweet when I told her she was one of my first interviews. To this day I am still mesmerized by her fun-sophistication. Her witty & really interesting comments. Her immense “joie de vivre “ -and curiosity about everything. I was fascinated- like a student is with a larger than life teacher- with all I learnt that afternoon!

I saw her again thru the years and (I always made a point of reminding her who I was) she was always smiling from ear to ear -and quite friendly. I feel sorry she died this morning because -even at 95- I am sure she still had loads of love for life and thousands of projects and ideas. I can see all these men falling in love with her. She married 4 times. And her naughty smile when talking about it all was great!

Gloria Vanderbilt had a tough life - but made the best of everything. Her son Carter’s suicide was so horrible!! Is good she had her younger son Anderson Cooper so close to her.  She was so very proud of him! A one of a kind woman, Rest In Peace. #gloriavanderbilt #andersoncooper #oneofakindwoman #americanicons #lovethememoriesofmycareer

martes, 21 de mayo de 2019

El Placer de Tener un Auto / Post mio que publico en su blog Tania Quintero


¡El placer de tener un auto!



Retrato mio segun el pintor cubano Montebravo

Ventana Cubana. Uno de mis cuadros de Lourdes Gomez Franca

Por Mari Rodríguez Ichaso

Por supuesto, en Cuba siempre teníamos un carro -y en él papi nos llevó a conocer la isla de punta a punta. Pero cuando llegó el momento de aprender a manejar, no lo hice.

Cuando tenía edad para ello ya vivíamos exilados en Miami y como fuimos muy pobres los seis años que vivimos allí después de nuestra salida de Cuba -no podíamos comprar carro, ni pensar siquiera en esa posibilidad. ¡Algo que en Miami es una absoluta necesidad! Pero así era la cosa entonces para los recién llegados 'refugiados cubanos' -y nos tuvimos que arreglar usando ‘guaguas’ -y con la ayuda de buenos amigos que nos hacían el favor de llevarnos y traernos en sus carros de vez en cuando.

Después mi hermano León se compró un cacharro por 25 dólares, cuya puerta se cerraba con una soga -y nos retratamos junto a él nada menos que en el Palacio de Vizcaya de Miami, vestidos todos con nuestras mejores ropas (¡me parece estar viendo aquel momento!)- y con gran alegría le mandamos a Cuba la foto a papi, muy orgulloso mi hermano de tener ‘su’ primer carro. ¡El sueño americano comenzaba!

Después, ya viviendo en NYC, y con una situación económica mucho mejor y más estable, yo seguía sin saber manejar. Y como ya no hacía falta tener carro, porque la ciudad no se presta a ello, y son poquísimos los neoyorquinos que viven en Manhattan y tienen auto -¡pues nunca lo eché de menos!

Pero un día -¡alas!- mi papá me dijo que cuando supiera manejar, iba a descubrir la libertad. ¡Y así fue! Y cuando aprendí a manejar fue -¡maravillosa!- la sensación de independencia y de total libre albedrío que produce arrancar nuestro carro -y seguir el camino que más nos guste. ¡Total emancipación de todo y de todos!

Y también comprendí –tal como papi me decía- que pasear en carro y poderlo llevar aquí y allá a nuestro antojo, es también una gran ‘compañía’, pues se convierte en nuestro cómplice y nuestro amigo. El lugar donde estamos solos -pero a la vez a apenas a unos segundos de nuevos mundos a descubrir.

Y así fue que -a los 30 y tantos años- mi padre me regaló su viejo carro -y desde entonces soy una mujer libre y soberana- ¡y nunca he dejado de tener auto!

Algo que es realmente una locura viviendo en Manhattan. Algo absurdo y carísimo, pues tengo que guardarlo en el garaje de mi edificio, y cuesta una barbaridad mensualmente. ¡Pero prefiero cortar cualquier gasto que dejar de tenerlo!

Es así de fuerte mi pasión por mi libertad de movimiento. Y aunque no manejo todos los días, como se hace en otras ciudades, uso muchísimo mi carro, especialmente cuando salgo de noche, en que encuentro parqueo en la calle y es más barato que tomar un taxi de ida y otro de vuelta.  Y estando viva mi madre, tanto mi hermano León como yo la sacábamos continuamente "a dar una vuelta", a pasear a New Jersey, a restaurantes, al súper mercado, al médico y siempre nos decía “¡Sin este carro no podríamos hacer nada de esto! Qué maravilla es tenerlo”.

Y ahora, tanto sola como acompañada (muchas veces por mi hermano Leon Ichaso o mi buen amigo Mariano Ros) el auto es un consuelo y un aliciente, porque sigo descubriendo mil recovecos, mil rincones -y de pronto veo un edificio viejo en el que nunca me había fijado o un nuevo rascacielos que han construido tan rápidamente que ni me había dado cuenta de su existencia. ¡Todos los días hay algo nuevo! Y a veces mi hija –mi compañera en estos paseos y a quien le gustan tanto como a mí- me dice “¡Mira, por esta calle nunca hemos pasado antes!” ¡Que sorpresa tan agradable!

Y así hacemos excursiones a Philadelphia, a los pueblitos de New England, a las playas de los Hamptons, a las montañas de Vermont. Y llevo a pasear a amigos que vienen de otras ciudades y les muestro 'mi' Manhattan iluminada de las noches.

¡Y es fascinante comprobar que todavía hay lugares que son nuevos para nosotros después de casi 40 años aquí! Rincones con historia, calles de siglos atrás, edificios de los 1700 que siguen estando ocupados -y el encanto de la infinidad de barrios étnicos que me fascinan.

El primitivo barrio ruso de Coney Island, el barrio indio de Jackson Heights en Queens, con olor a ‘curry’ y unas fabulosas tiendas de telas para ‘saris’ y joyerías; divertidos barrios italianos en Manhattan y en Brooklyn (pizzerias de sueño, tiendas de comestibles traídos de Italia, pastelerías y ‘gelatterias’ como en Roma o Nápoles); interesantísimos barrios judíos ortodoxos en Brooklyn; infinidad de barrios Latinos en el Lower East Side, el Bronx o Queens; enormes barrios Coreanos en Manhattan y en Flushing -y cruzando el río Hudson en Union City ¡una cafetería cubana llamada El Artesano donde desayunar café con leche con tostadas como si estuviéramos en Miami!

Maravillosos mundos neoyorquinos -a donde mi carro me lleva feliz.
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Texto y foto tomado del post publicado el 28 de mayo de 2008 por Mari Rodríguez Ichaso en su blog bilingüe.

A propósito de Mari Rodríguez Ichaso.- En los años más duros del 'período especial' (1990-95), una de mis pocas distracciones era alquilar 'revistas del corazón'. En una librería particular que había por la calle Buenaventura, en Lawton, a pocas cuadras de mi casa, cobraban un peso por tres días de alquiler de una Hola, la más demandada junto con Vanidades, porque traían novelas de Corín Tellado. A mí me gustaba alquilar Vanidades porque estaba ligada a mi infancia y adolescencia antes de que en 1959 llegaran los barbudos. Pero en los 90, para leer las excelentes crónicas de viaje de Mari Rodríguez Ichaso. Sabía que era cubana y hermana del cineasta León Ichaso. Gracias a Mari, 'viajé' por muchas ciudades del mundo, me 'hospedé' en los mejores hoteles y 'cené' en restaurantes de primera. También por ella me enteré de sus encuentros, programados o fortuitos, con estrellas del cine y la música en Nueva York. Porque si hay una cubana que conoce y se codea con famosos de verdad, ésa es Mari Rodríguez Ichaso. Por el New York Times me enteré que su hija, nacida de su matrimonio con el cineasta y fotógrafo Orlando Jiménez Leal, hace tres años se casó. Ya Mari debe ser abuela o está a punto de serlo... (Tania Quintero).


viernes, 22 de marzo de 2019

El mito del icónico Studio 54….¿Qué sucedía allí?...



Mi foto con Cary Grant me encanta. 




El mito del icónico Studio 54….¿Qué sucedía allí?

El ‘club’ más famoso del mundo fue un fenomeno innovador y alucinante
-¡y estuve en sus más extravagantes y divertidos momentos!

por Mari Rodriguez Ichaso

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¡El primer día que fui al Studio 54 me quedé boquiabierta! Yo era muy joven, soltera, bastante ‘naive’ (les soy sincerísima) -y fue una de mis primeras experiencias como periodista en un Nueva York pleno de locas extravagancias en los años 70. 

En 1977 –hace 51 años- el que fuera un viejo estudio de televisión en la calle 54 del West Side de Manhattan abrio con el nombre Studio 54 –y como estaba a solo 3 manzanas de mi casa -junto a mi fotógrafo Peter Gould, de Images Press- muy pronto las visitas “a Studio” (como se le llamaba) eran cosa de todos los días.

La publicista latinoamericana Carmen D’Alessio nos ponía en la lista de prensa- y así nos ahorrábamos la humillación (¡porque lo era!) de pararnos en la puerta de entrada, junto a cientos de personas que ‘suplicaban’ poder entrar a un portero autoritario, y despótico llamado Marc Benecke, quien con solo 19 años y aires de Máximo Jefe, decidía -¡moviendo el dedo como Calígula!- quién entraba y quién no.

Si eras una persona ‘bonita’, ‘con estilo’, eras ‘gay’ y tenías un look diferente- o eras un ‘transformista’ llamativo, tenías asegurada la entrada.  Sino lo eras, podía pasarte como a unos primos míos -que aunque logré poner sus nombres en la lista-- ¡Marc no los dejó entrar ‘porque eran muy feos’! Rigurosamente cierto -¡tal como lo oyen!

¡Ahí comenzó precisamente el ‘mito’ de Studio 54, en el poder ‘entrar’ en él --y ser uno de los ‘escogidos’!

“Marc please…Marc por favor”- gritaba la muchedumbre que se arremolinaba en la puerta empujando y casi llorando por su frustrado deseo de entrar a toda costa- “Marc aquí…déjanos entrar please”…Y asi el portero era -o no- magnánimo - y escogía los “elegidos”, que podían pagar la entrada y disfrutar del cavernoso club, la música, los camareros casi desnudos, llevando apenas unos ‘pañales’ cubriendo sus cuerpazos –y la gente que de pronto se sentía 100% ‘liberada’ --y dentro de aquel espacio sentía que podía hacer todo lo que deseaban. ´
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¿Muy curioso? Que cuando lograban entrar, se encontraban un club enorme, muy iluminado y con estridente música  –pero muchas veces extrañamente vacío, pues crear el ‘deseo’ de entrar era lo que se quería explotar -y se logró. Y ya en su interior Studio no era lo que muchos pensaban, -excepto en los fines de semana, muy tarde en la noche –o cuando había sensacionales fiestas privadas.

Las Fiestas

En los años 70 Nueva York había tenido muchas ‘discotecas’, que al mudarme allí con mis padres pude disfrutar.  Pero eran como las de cualquier parte del mundo. Divertidas, más o menos lujosas, con aquellas luces parpadeantes y la ensordecedora música de la época. ¡Pero Studio 54 era otra cosa, otro mundo, definitivamente un sitio de fantasía y puro surrealismo –y muy especialmente las noches en que había celebraciones y eventos con un tema, como el cumpleaños de algún famoso, el homenaje a una cantante icónica, el opening de una película, etc, etc!  Momentos únicos, donde famosos y no famosos compartíamos por igual -con derroche de imaginación e infinito afán de diversión –¡y una decoración y las imágenes más inverosímiles y locas! ¡Había que verlo para creerlo!

El Baile de Jaipur fue uno de los festejos inolvidables, con toneladas de brillo y escarcha en cada pulgada del local, transformado en una escena de Las Mil y Una Noches, con alfombras volantes sobres las que músicos indios ‘flotaban’ del techo, personajes vestidos a la usanza hindú y Jackie Kennedy y la Maharani de Jaipur presidiendo la divina noche. Lo recuerdo como un ‘mirage’ maravilloso y donde nada ‘raro’ ocurrió.

Los 30 años de Bianca Jagger se celebraron con bombo y platillo, con Bianca entrando con una túnica  –al estilo de Lady Godiva- a lomo  de un caballo blanco -y allí estaban sus amigos los Patiño de Bolivia, Carolina y Reinaldo Herrera, Mick Jagger, Estée Lauder, Truman Capote y el ‘tout’ del ‘jet-set’, palabra que se inventó en aquellos años. Y el champán corrió y la gente la pasó de maravilla, bailando horas y horas.   Una noche Donna Summers pidió cubrieran el piso de plumas blancas –y había que caminar sobre 20 o 30 capas de ellas, provocando que los estornudos de los alérgicos interrumpieran su concierto –¡hasta que la muy enfadada cantante dio un grito y dejó de actuar!

En 1978 el lanzamiento del champú de la actriz Farrah Fawcett, de la teleserie Los Angeles de Charlie (quien era famosa por su peinado) para la marca Fabergé, fue una de las fiestas más extraordinarias a que asistí. Nueva York pasaba por una gran tormenta de nieve, las calles estaban cerradas al tráfico --¡pero Farrah llegó –vestida de blanco sin mangas, con sandalias doradas- cargada en brazos de sendos forzudos guardaespaldas que caminaron 2 manzanas con la nieve hasta las rodillas!  Como yo vivía cerca, caminé entre barricadas de nieve (¡nunca he vuelto a ver nieve tan alta!) --y fuí una de la pocas periodistas presentes. Allí estaban Margot Hemingway, Cary Grant (mi foto con él es uno de mis tesoros), Yves Saint Laurent, Paloma Picasso-- y muchos otros que combatieron la nieve para asistir a la fiesta.

En Studio –donde la sexualidad y las drogas estaba muy presentes- y muchos de los guapos y jóvenes camareros tocaban y se dejaban tocar por hombres y mujeres, mientras se deslizaban con bandejas en equilibrio en una sola mano --y siempre se les veía felices y sonrientes. Uno de ellos fue Alex Baldwin, quien dejó de trabajar allí porque la atmósfera sexual era “demasiado y me superaba”.  Para mí era común estar parada -muchas noches- junto a Andy Warhol, quien con su camarita Instamatic lo fotografiaba todo. Andy era muy amable y me sonreía, pero nunca hablaba y llevaba la peluca y la ropa bastante descuidada y raída (lo que siempre me sorprendió) --y lo observaba todo con su sonrisa a-lo-Mona-Lisa y gran curiosidad. Elizabeth Taylor, Michael Jackson, Calvin Klein, Cary Grant (lo conocí en dos ocasiones y me enamoré de él), todos los Rolling Stones, Lauren Hutton, Sofia Loren, Gloria Vanderbilt, Paloma Picasso, Mark Gastineau, Gina Lollobrigida y una jovencísima Brooke Shields eran asiduos --igual que el diseñador Halston -a quien ví en el salón del sótano (¡no sé como llegué allí, pues era súper privado!) -‘fajado’ como perros  y gatos con la famosa diseñadora Elsa Peretti, No se si era cierto, pero los rumores de aquella noche fueron que se estaban peleando por un frasco color ámbar de alguna droga. También me asombró – seguro que puse lo que mi ex marido llamaba mi “cara de boba” – ver al muy aristocrático, altísimo y siempre muy serio Hubert de Givenchy, besando en la boca a un chico negro, bajito, muy joven y guapo -mientras bailaban desenfrenadamente. ¡Nunca había visto a un hombre besando a otro hombre!

Sin embargo estas fotos –sacadas muy estilo ‘paparazzi’, sin autorización de los protagonistas- que en 1978 hubieran sido un escándalo y arruinado la reputación de muchos famosos --NO eran todas publicadas, pues los editores de periódicos y revistas mantenían una política de gran discreción –y solo se publicaban fotos para las que sus protagonistas posaban. En varias ocasiones nos dejaban entrar como ‘prensa’ pero a los fotógrafos se les prohibía sacar fotos --¡y como en aquellos años no habia IPhones no había forma de burlar las reglas, que el propio dueño Steve Rubell se encargaba de vigilar ferozmente!

Pude reportar todo aquello, gracias a que Peter Gould –y otros ‘paparazzi’ amigos- me ‘protegían’, pues al principio aquello era ‘demasiado fuerte’ para mis ojos –¡que yo creía eran sofisticados y pronto comprendí que no lo eran en lo absoluto! Aunque era sorprendente que ante una cámara y un flash - la mayor parte de los asistentes no se enfadaban ¡sino todo lo contrario!- y posaban felices, medios desnudos, haciendo gestos raros y chabacanos, consumiendo drogas -¡y todo lo que pueden imaginarse!

Aquellas noches, como espectadora de excepción, las reporté una a una para “Cámara de Vanidades” --y lo que en ellas ocurrían todavía fascinan a quienes les hago los cuentos de los locos -y muchas veces cómicos- detalles.

Su comienzo y su final

Studio 54 había sido –y ahora lo es de nuevo- un antiguo teatro, además de ‘nightclub’ y estudio de TV, situado en la calle 54 entre Broadway y 8ª. Avenida en Manhattan. El espacio fue construido en 1927 como el Gallo Opera House, y mas tarde fue estudio de transmisiones de TV de la CBS -- y por eso tenia un segundo piso de ‘gradas’ y asientos –que se mantuvieron cuando se transformó en Studio 54 y donde ocurrían cosas tan locas que no puedo contárselas.

En 1977 –cuando la ‘disco music’ era la locura, Steve Rubell e Ian Schrager abrieron el local, gastándose miles de dólares en un futurista sistema de luces y efectos especiales –como un enorme órgano sexual de luces, que colgaba del techo y subía y bajaba en medio del ritmo de la música, causando los gritos y alaridos de los bailarines.

Pero para sorpresa de todos, cuando estaba en el ‘top’ de su fama internacional -y era un ‘happening’ conocido en todo el mundo, a sus 33 meses de existencia -¡Studio 54 cerró! -- y sus fundadores terminaron en la cárcel por 13 meses, por aceptar la evasión del pago de impuestos. El interior de las paredes del club guardaban miles de dólares en cash que no se declararon al fisco y todo fue un gran escándalo.

¡El curioso fenómeno social solo había durado 3 años! 

La noche que cerró en 1980- Diana Ross dio una ‘serenata’ de despedida a sus dueños, junto a asiduos del club como Ryan O'Neal, Farrah Fawcett, Mariel Hemingway, Jocelyn Wildenstein, Cindy Crawford, Richard Gere, Jack Nicholson y  Sylvester Stallone.

Eventualmente Rubell murió al salir de la cárcel -e Ian Schrager comenzó una nueva carrera como innovador hotelero fundando el famoso Hotel Delano y otros muchos. Hoy en día es uno de los más exitosos constructores del mundo y un pionero de los ‘boutique hotels’. Al inventar el concepto de Studio 54 crearon una nueva cultura en el mundo de la vida nocturna --y muchos clubs internacionales  –como en la isla de Ibiza- hasta el día de hoy se inspiran en los excesos, la ‘debaucherie’-  y el gran espectáculo que fue ‘Studio’.

En 1981 el nuevo dueño Mark Fleischman –quien ha escrito recientemente un libro sobre la historia del club, el que llamó “el epicentro del mundo de las drogas en New York” - lo reabrió con una gran fiesta, y los sábados en la noche sus shows musicales lo mantuvieron lleno, con la actuación de Madonna, Wham!, Duran Duran, Cyndi Lauper, The Weather Girls, Culture Club, Lime, Spandau Ballet, Sylvester, Roberta Flack, Menudo y Run-DMC.   Después se vendió de nuevo --y aunque el club siguió funcionando hasta 1986, ya nunca fue el mismo, su mito había desaparecido –y poco a poco los volubles famosos comenzaron a abandonarlo –buscando otros lugares donde divertirse.


¡Y fui testigo de todo ello de principio a fin!

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domingo, 3 de marzo de 2019

An unexpected brief encounter





Yesterday, flying back from London on fabulous Virgin Atlantic, I met -albeit 40 years too late- a dream man! A handsome, intelligent, sexy & witty ...English Lord!

It is true - and I have had so much fun remembering the totally coincidental meeting.

Rewinding the thread, this story starts when Eva Leivas-Andino and I were romantic teenagers in Havana -dreaming of one day meeting a Principe-azul-style man -and falling in love with him for never-ending happiness! And this man had to be the absolutely attractive English Lord of our favorite Corin Tellado novelas!

Thus - yesterday I was enchanted when my seat mate turned out to be one!

But not a stiff & proper stereotype, but a handsome, sort of rugged sexy, 50’s plus, blue eyed, super intelligent one! And an unusually talkative man to boot -with a very good knowledge of politics, Brexit, USA politics & Donald Trump, the European Union, Spain, the Hamptons (we flew over them!), great restaurants, - plus a fun & wicked personality.  We talked a lot & laughed a lot - and I realized...hey!...I should have met this guy decades ago!

Not fair! Especially since he said I was “a fascinating woman” and found me “funny & so easy to talk to”. (Great to discover that I still love to hear those things)

Divorced, he was coming to NYC for the stag-party-weekend of a friend. A weekend of party-time at Ian Schrager’s Public Hotel -where I told him, he would meet lots of models at his sexy roof bar!  He laughed and told me he already knew about it...It was fun.  And I bet he will have quite a  Manhattan weekend!

When landing, we said goodbye -and his handshake was so strong my poor arthritic hand was painfully squished!!! OMG! But I smiled like it was just right...He located & pulled down my hand luggage - and helped with my coat. And when he found me later at Customs -with my daughter  (who had been sitting in another part of the plane)- he seemed happy to see me again & was friendly & funny.  I must have looked terrible (during flights I am not “ready for my close up”) -and then & there I promised myself to avoid this, in case in another flight I cross paths with another English Lord!

The story ends here. And it made me wonder why in Life we sometimes find wonderful people at totally absurd times.  This is the 3rd time in my long life, that I meet an attractive man that impresses me - but the encounter just passes by fleetingly -or the circumstances are all wrong. Destiny sends these “messages” -just to remind us that those romantic dreams of our youth were not so silly after all.  In fact they were just great!

And -curiously- the next day my fortune cookie prediction while dining in a Chinese restaurant, gave more fantasy to this delightful moment!

lunes, 21 de enero de 2019

A new style of flying!



 A new style of flying
By Mari Rodriguez Ichaso



About to go back to London on  new assignment for Vanidades and www.vanidades.com on various themes, I would like to share some of my traveling experiences flying from New York to London.

For several years now I have been flying on different airlines´s new comfort or premium class -as well as (lucky me) experimenting the amazingly luxurious Business (Delta), Upper (Virgin Atlantic) or Club (British Airways) of several airlines.

My conclusion is that in general they are all excellent -and a great choice for passengers that want something more 'upscale' and comfortable than plain tourist class --and as I always say, traveling today is like "traveling a la carte" -where the passenger has multiple choices.  Separate check-n, more personalized service, special easy pass for security and customs . an -in Virgin- a wonderful 'tea time' moment when flying from London to New York.



But when traveling Upper Class --the Virgin Atlantic Clubhouse at Heathrow is SO magnificent -- that scores many more points in my book --and I wonder why other airlines do not follow suit?  For someone who is afraid of flying (but as a Travel Editor for several magazines does it all the time!) the  huge Virgin lounge is such a blessing! It calms me, pampers me, makes me feel so at ease with the world --and feeds me with delicious food anytime of the day. This is a point towards choosing Virgin Atlantic for my trips. Plus they are always so professional -and so lovely British in their manners and way of dealing with passengers! They have become part of my traveling family somehow!

Teatime on Virgin Premium Class

British Airways comes second among my choice of both classes, the premium coach and the Club class. Same English correction and great pilots and on board security.  Cooler attendants -but super efficient service   And Delta is third because the personalized touch does not feel as caring and it feels more standard and slightly indifferent to the passengers, although this depends a lot on the crew who takes care of you   In general 3 good choices to fly from the USA to London

As a seasoned traveler my comment is that the small details -and the warm embrace to their service  and desire to please the passengers- puts an airline above others, And offer great new choices, that are easy to select.